Saber Comunicar Saber

Autor: Enrique Sueirosaber-comunicar-saber

Editorial: ACCI

Enrique además de buen amigo del GREF, es doctor por la Universidad de Navarra, director del Programa de Dirección de Comunicación  Corporativa y Management del IE Business School, vocal de la Asociación de Directivos de Comunicación (DIRCOM), Director General de top ten Management Spain y creador de Communicagememt.

Es muchas cosas más, pero sólo con lo dicho ya justifica nuestra invitación a que sea leído  con detenimiento y con la mayor atención.  Subtitula el libro “Guía para practicar comunicación efectiva”, y doy fe que una vez leído, lo conseguirás, querido lector. Y ya metido en el primer capítulo que él llama “Incipiente,” afirma: “En comunicación, lo decisivo no es lo que el emisor dice, sino lo que el receptor entiende”.  En el segundo con el título “Premisas” seleccionamos aquella que dice: “La comunicación ayuda, pero no arregla una mala dirección. Teóricamente una mala comunicación estropea una buena dirección; en la práctica, no es posible una buena dirección con una mala comunicación”. Del capítulo “Preparación” me encantó la frase de Jerry Lewis con la que abre el capítulo: “Me costó siete horas escribir mi mejor improvisación”.

Y entramos en el Capítulo que bajo el nombre de “Mensaje” hace honor al carácter práctico del libro: “Precisión  al informar, corrección al redactar y rapidez al transmitir” lema de la Agencia Efe,  sintetiza una de las secciones más importantes y prácticas, a mi juicio, del libro.  Sus 23 reglas son fundamentales. Las estamos reproduciendo en nuestro boletín semanal. Desde la 1 “las cifras, los porcentajes, las frases  redondas… tienen vocación de titular”, hasta la 23 y última: “Sobre todo en entrevistas comprometidas, conviene grabar la conversación” no tiene desperdicio.

En cuanto a “Medios” se detiene en `Internet´ y recomienda:  Ser directo, primar la sencillez y el orden lógico,  organizar el contenido en bloque, facilitar el acceso rápido, prestar otros servicios (galería de imágenes, encuestas, foros, blogs, etc), incluir sólo lo necesario, y ofrecer enlaces para ampliar la información.

En «Redes Sociales» nos sugiere: Webs, blogs, y redes sociales exigen presentación atractiva, brevedad en el mensaje, con referencias a otras redes, etc. Sobre todo tener en cuenta que su objetivo es crear una comunidad de personas interesadas en el tema concreto que se busca compartir.

Bajo el epígrafe “Savia sabia” utiliza una metáfora muy expresiva para describir tres plenitudes humanas: El vaso retiene, pero no da. El canal da pero no retiene, y el nivel de plenitud representado por la fuente que genera, retiene y da. Porque lo decisivo no es la mera transmisión, sino compartir sabiduría. La efectividad de la savia no procede de que sea nueva, sino que sea sabia.

De la “Prensa” nos dice: Un artículo tiene más posibilidades de publicarse si es corto. Conviene escribir pensando en que los artículos resulten interesantes y comprensibles  para la gente corriente. Un buen titular incentiva a la lectura. No nos desviemos de lo realmente importante del mensaje, no enterremos los puntos clave en respuestas largas. Ofrezca gráficos, cuadros, fotos o cualquier material que resulte útil para la información.

De la “Radio”, añade: Nunca diga “sin comentario”. Explique al periodista por qué no puede responder. Si necesita tiempo para responder, tómeselo. Evite especular. No diga más de lo necesario. Resulta especialmente importante repetir los puntos clave en la entrevista porque los oyentes  están a menudo distraídos o haciendo otras cosas. Si el reportero no le pregunta por lo esencial, reconduzca el tema para transmitir lo más importante. Vocalice y cambie el ritmo y tono de voz.

En «Televisión», recomienda: Vestir con discreción. Sea usted mismo, no intente actuar. Tener un mensaje que transmitir y no perderse en generalidades. Pensar que uno se dirige no a especialistas sino al vecino del quinto. Mirar al interlocutor o a quien esté hablando en cada momento. Escuchar y no interrumpir. Contestar a lo que se pregunta ofreciendo datos y cifras. Con los oponentes, mostrar que se comparte algo aunque sea poco. La percepción del espectador se configura aproximadamente con estos parámetros: palabras 7%, aspecto 55%, tono y actitud 38%.

Sobre las “Conferencias” parte con una cita de Quintiliano: “No trates de ser mejor orador que persona porque el público se dará cuenta”. Y termina con unas pautas que suelen dar – nos dice – buen resultado; las divide en antes, durante y después. Resumimos: Antes: Conocer el perfil de la audiencia. Durante: Decir lo importante al principio. Ser breve y no intentar contarlo todo. Ser uno mismo. Mirar y observar a todas las personas que escuchan, no solo a unas pocas. Agradecer y resumir lo importante al final. Después: Mirar y escuchar a quien pregunta si hay coloquio. Ser accesible si, tras el coloquio, hay personas que quieren preguntar o comentar algo.

De la última sección del libro titulada “Opinión”, el autor nos confiesa que “he optado por prescindir de un listado de pautas concretas y compartir artículos publicados”. Así que dejamos al lector, convencido de las virtudes del libro, leyendo esta última parte llena de ejemplo reales con recomendaciones de interés según el caso.

 

Francisco Segrelles, Socio del Club de Bibliocoaching

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